El emocionante testimonio de un amateur que corrió el Ironman: “yo no competía…me importaba llegar”

“Voy de vez en cuando desde Pueblo Belgrano a la ruta 14, juego fútbol, tenis y paddle, cuando era chico competía en natación, pero nunca había nadado en el río Gualeguaychú”, contó.

Sebastián, deportista amateur, cumplió recientemente 50 años y se anotó casi a instancias finales de la inscripción a la competencia. Afirmó que no tenía casco, ni traje para nadar, sin embargo, su deseo lo motivó a no desistir. “No tenía lo mejor pero físicamente me sentía apto y pensé en que podía ser un ejemplo para mis hijos”, expresó.

El deportista, manifestó sentir y ver a la ciudad por primera vez, con los ojos de un turista. “Era increíble lo que estaba pasando, se me ponía la piel de gallina”, recordó.

 “Estaba tan asustado, soñaba que me ahogaba, que me iba a morir, y me preguntaba qué hago acá, para qué me anoté, quería salir corriendo”, relató, pese a contar con las aptitudes físicas necesarias para competir, Sebastián fue impactado por las emociones del momento previo y alguien le recomendó usar las herramientas de la meditación que practica en su vida habitual. “Tranquilo, usa la respiración”, le dijeron. “Y eso fue clave”.  Sin embargo, un choque inicial en el agua con otro competidor, lo hicieron pensar nuevamente en abandonar al ver el tramo que faltaba por recorrer. “No había hecho ni dos metros y dije aquí abandono…pero arranqué. Una vez que arrancas, no parás”, relató emocionado y continuó, “no me importaba el tiempo, me importaba llegar, yo no estaba compitiendo…estaba en otra frecuencia. Y el aliento de la gente, de los vecinos que me reconocían fue clave, me alegraban la vida”.

El tiempo final en el que Sebastián realizó los distintos tramos fue de 4 horas con diez minutos, llevando cada etapa sin sobresaltos, solo con el ánimo de disfrutar de una experiencia que no podía dejar pasar.