“Ahora tuvimos problemas en una cañería colocada en 1984, es un sector donde el tránsito pesado ha hecho mella, sin descartar que estamos hablando de un material obsoleto hoy”, explicó Piccoli, y agregó que “en un 80 a 85 por año las cañerías están en condiciones, hay que ajustar el resto”.
En este sentido Piccoli explicó que las cañerías que se encuentran en estado crítico reciben las vibraciones del tránsito que circula por las calles y producirían grietas, con el paso de los años, que provocan las pérdidas de agua. “Vamos a ver el momento adecuado para volver a ingresar al lugar y cambiarlas por otras nuevas”, aunque adelantó que la tarea conllevará nuevos cortes en el suministro. “Trataremos de perjudicar lo menos posible a la ciudadanía”, afirmó.
Las cañerías que hoy sostienen al 80% de la ciudadanía en Gualeguaychú, se colocaron hace más de quince años y hoy se están explotando al máximo, explicó Piccoli.
El director señaló, que no se puede predecir la fractura repentina de las cañerías, como sucedió la última vez en la ciudad, aunque afirmó que trabajarán en los controles de goteo sobre los que se tiene conocimiento para determinar la ubicación de las futuras reparaciones.