Sus hijos por prevención, debieron alojarse con otros familiares, mientras que Ariel permanece en el lugar para resguardar sus pertenencias por posibles robos, aunque manifestó que “la estructura quedó debilitada”. “Yo duermo ahí por las pocas cosas de valor que tengo, temo que me las roben. Los nenes, uno está en la casa de una sobrina, y otro con la mamá. Tengo miedo de que se me caiga todo en la cabeza, Duermo entrecortado, una hora estoy despierto y otra duermo”, contó
“Mi casa ya no era apta para vivir y el gobierno se comprometió conmigo por una vivienda que no llegó. Lo que gano solo me alcanza para vestir y dar de comer a mis hijos”, explicó.
Ariel es albañil y vive día a día realizando distintas tareas. Pide a la comunidad la colaboración para reunir los materiales que necesita para reparar su casa, entre los que mencionó hierro, piedras y cemento.
Las donaciones pueden acercarse a Barrio Esperanza, casa 14, atrás del Polideportivo, en medio de Yapeyú y Trinidad.