La rotura de la calle se debe a un caño de agua que lleva en reparación, según lo manifestado por un vecino del lugar, alrededor de dos meses.
“Tapan y destapan pero no hay solución. Llueve, sube veinte centímetros el agua y se lleva la tarima. Cuando llegué, a eso de las 5 de la mañana, las tarimas ya no estaban”, explicó el vecino y agregó que la conductora del vehículo, no sufrió daños físicos por la caída.