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Sabina Melchiori presentó su libro Je suis Mimí­, en el Senado de la Nación

El libro aborda la historia de Noemí­ Dí­az de Guastavino, una mujer muy querida y admirada de Gualeguaychú que estuvo atravesada por los acontecimientos de la polí­tica argentina. Entre la audiencia se encontraban los hijos, los nietos y bisnietos de Mimí­.

24 Sep, 2019, 09:17 AM
Sabina Melchiori
Sabina Melchiori

Para llegar al Salón Eva Perón del Senado hay que subir una escalera de mármol blanca hasta el primer piso, luego doblar a la derecha y después a la izquierda. El lugar de la presentación del libro de Sabina es majestuoso, de columnas torneadas, paredes rosas pálido, sillones rosas dispuestos a lo largo del salón y un busto de Eva en el fondo. Tres grandes arañas de cristal alumbran el lugar donde la gente ya empieza a acomodarse. La escenografía está dispuesta en dos lugares estratégicos de la sala. Cerca de la entrada hay montado un escritorio de madera oscura y encima de este un portarretratos de Mimí, un florero y una lámpara que alumbra el libro que está colocado en el centro. Hacia el final del salón hay dispuesta otra mesa de madera con micrófonos y tres butacas. En una de ellas está sentada Adriana Guastavino, hija de Mimí y a su lado está Guillermina Guastavino, nieta de la protagonista del libro. El tercer lugar permanece vacío. En un extremo, muy cerca de su hermana está acomodado el senador Nacional Pedro Guillermo Guastavino.

 

A las seis en punto de la tarde se apagan todas las luces y solo permanece prendida la luz de la lámpara cercana a la entrada. Empieza a sonar la melodía de un tango. Sabina ingresa al salón y se sienta en el escritorio dispuesto al lado de la entrada. Toma el libro en sus manos y comienza la lectura.

 

-“Je suis Mimí. Mi nombre es Matilde Noemí Díaz Urrutibéhéty. Algunos, al referirse a mí, aclaran que soy la viuda de Guastavino; son aquellos que cuando todavía vivía Esteban solían llamarme Noemí Díaz, la señora de Guastavino; pero si hoy tuviera que elegir cómo presentarme, preferiría Mimí… Yo soy Mimí, que suena mejor en francés, como todo”.

 

Cuando la autora finaliza su lectura, se levanta y recorre la larga alfombra que conduce hacia la mesa que está dispuesta en el fondo. La tercera butaca la ocupa ella. La gente aplaude. Cuando las luces se prenden se puede observar las caras de emoción de los concurrentes, algunos más que otros. Sabina cuenta cómo fue el proceso de escritura del libro y agradece a la familia por haberle dado completa libertad para encarnar a Mimí a través de sus palabras. Menciona que ella también está emocionada. Advierte a los lectores que si bien los sucesos que le tocaron vivir a la protagonista  fueron bastante terribles cuando se finaliza el libro uno no se encuentra con un sentimiento amargo  sino todo lo contrario, con las tremendas ganas de vivir que tenía Mimí.

 

Quien toma la palabra en segunda instancia es Adriana Guastavino. Señala que el libro de su madre no solo está escrito con una profunda amabilidad y respeto por parte de la autora y que además es una herramienta de memoria, para no olvidar lo que pasó en esos oscuros años de dictadura. Entre las lágrimas rescata una canción que cantaba su hermano Enrique que dice así: “Qué triste debe ser llegar a viejo con el alma y las manos sin gastar, qué triste integridad la del pellejo que nunca se jugó por los demás”. Finaliza diciendo “si hay gente que se gastó fueron Papá y Mamá. Y este es un homenaje a ellos”.

 

Luego la que toma la palabra es Guillermina y pronuncia unas palabras para recordar a su abuela. Para terminar la presentación, uno de los nietos de Mimí canta una canción y toca el piano. Se suceden un par de saludos formales y se procede a un buffet para los invitados.

 

A Sabina enseguida la interpela una cámara del Senado y un periodista le empieza a hacer preguntas. Después llega mi turno y hago las mías. La veo feliz, sonríe mientras contesta. Detrás mío hay una persona que quiere hablar con ella y que tiene el primer libro de la escritora, ella al verlo se emociona. La gente sigue comiendo y saludándose.  Una de las cosas que se dijo durante la presentación era el poder que tenía Mimí de  reunir a todos. Creo que devuelta se salió con la suya

 

Camila Mateos

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