“Me están quedando 900 kilómetros para llegar a Qatar, fui con un avance muy grande en Arabia Saudita, y el clima ahora complica el avance. Los primeros 6 días hice un promedio de 130 kilómetros por día. El día en el desierto también son muy cortos, y eso complica. Cada noche y cada día es diferentes. En este momento estoy con un marroquí y dormimos en una mezquita en una estación de servicio”.
A su vez, resaltó la cordialidad de los árabes a la que calificó como única: “Nos han invitado a comer y a dormir, incluso hay gente que ha parado para darnos dinero. No me da el tiempo para nombrarte todas las amabilidades de los árabes”.
En esta línea, relató: “Cada tres o cuatro kilómetros para uno y van parando otros para sacarse fotos, te preguntan a dónde vas, de dónde sos, y es muy difícil avanzar producto de la gran cordialidad de la gente”.
Miguel llama la atención sobre lo novedoso que es para los árabes que llegue gente de occidente. “No es normal que ellos encuentren a un ciclista internacional, están procurando que llegue gente de occidente, somos una rareza para ellos. Y le suma que yo voy con la camiseta argentina. Y nosotros no solo en los últimos 40 años tuvimos los mejores jugadores, y es imposible que no te griten Maradona o Messi”.
Así mismo, Silio informa que aprendió a saludar en árabe y ya reconoce los números. En total, ha atravesado en su viaje 19 países.
Otra de las particularidades de Arabia Saudita es que todo el tiempo los acompaña una custodia de la bicicleta a modo de vigilancia, lo cual en ciertos momentos es molesto y otros una gran ayuda.
A partir del 19 de noviembre, Miguel tiene alojamiento en Qatar y advierte que hoy las entradas para la fase de grupos se están vendiendo desde 400 dólares a mil dólares. Y los hospedajes más económicos son de 40 dólares