Fabio Chesini, instructor nacional de tiro, explicó en RADIO MÁXIMA que estas armas que no estaban destinadas al mercado civil, sino solo para las fuerzas.
Con el transcurso de los años, los titulares de las armas fueron falleciendo y quedaron en manos de civiles. “El Renar en aquel momento no se las quitó, pero tampoco permitía hacer nada, no se podía transportar y debían ser reservadas para el campo”, explicó.
Sin embargo la resolución de este años, del poder ejecutivo, establece que “todos aquellos que posean armas largas, superior al calibre 22, deben declarar la tenencia nuevamente”.
“No es que cualquier civil pueda acceder, primero deben acreditar la condición de legítimo usuario de un arma, que tiene 5 años de vigencia”, aclaró Chesini.
Esa persona, deberá reunir toda la documentación y certificaciones que se le soliciten como los antecedentes penales, acreditar un tipo de vida lícito y un examen psicológico, entre otros. "Mucha gente puede solicitar, pero en cuanto a que se la den son muy restrictivos. Solo está destinado a personal de fuerzas de seguridad que justifiquen su retiro o jubilación. Un legitimo usuario civil que solicite la portación de un arma corta, no se justifica", aclaró.
Las personas que la soliciten con fines deportivos, también deben justificar hábitos relacionados, superiores a cinco años de antigüedad.
“Esa persona debe declarar para qué quiere un arma de este tipo, y el Registro Nacional de Armas definirá si le da la tenencia de armas o no”, subrayó. De no ser apto para la tenencia, las autoridades le retirarán el arma para su destrucción.
