Este martes, Fernando Ariel Mendoza, cumple 37 años, en medio del dolor que genera la incertidumbre por el destino del submarino.
“Este martes, Fernando cumple 37 años, y para nosotros los familiares es de un gran impacto, porque no sabemos si él está con vida o no. La incertidumbre conmueve, y más en esta fecha donde normalmente la familia se organizaba para la celebración” manifestaron desde la familia.
Es por esto que los amigos están organizando para este martesuna marcha: "El objetivo de la convocatoria es marchar hasta la plaza 25 de Mayo para brindar fuerza y apoyo a los familiares de los 44 tripulantes del submarino desaparecido, en especial a la familia del oficial oriundo de la ciudad entrerriana.
La cita es para este martes 28 de noviembre a las 20:30 y la consiga es asistir con banderas argentinas o remeras y una vela blanca para encender en el recorrido.
Fernando se mudó a Mar del Plata apenas terminó de cursar en la Escuela Técnica Nº1 de su ciudad natal, Concordia e ingresó a la Armada.
Carlos Mendoza, hermano de Fernando dijo en RADIO MÁXIMA que no pierde las esperanzas y admitió que mucho de los familiares de los tripulantes “ya optamos por no ver más televisión”.
Mendoza manifestó que su hermano Fernando, “después de varios destinos anteriores, porque estuvo viviendo en Ushuaia y Punta Alta, lo enviaron a Mar del Plata, donde hacía casi 10 años que estaba, se estableció con mujer y dos hijos. Cuando se produjo la desaparición del submarino, a los familiares de los tripulantes la Armada nos da la información antes que se haga pública en la televisión. Hay familiares de muchos tripulantes que ya han decidido no mirar televisión debido a las informaciones y mensajes que no son certeros. Lo único verdadero que se sabe es que el submarino desapareció”.
Mendoza expresó estar “contento con la información que me dio la Armada y nosotros, que vamos constantemente a la Base de Mar del Plata, siempre tenemos la contención de psicólogos, sacerdotes y compañeros de ellos que han trabajado en el submarino. Respecto de lo que sucedió, hasta que no se encuentre el casco y ojala lo puedan hacer, no se va a poder saber que fue lo que pasó”.
Respecto a anteriores inconvenientes que hubieran afectado al San Juan, Mendoza refirió que en una ocasión su hermano Fernando, “una sola vez me contó que habían tenido un problema con una válvula del snorkel y después nunca más me dijo nada sobre los problemas de la nave”.