

“Alberto era muy consecuente, tenía posturas respetables y respetadas. Generaba mucho respeto, era impecable en las palabras”, describió Darío Carrazza, quien es hermano de Meyi, la esposa de Alberto, quien fuera pionera en las denuncias de violencia de género en Gualeguaychú.
Dorati, además de su tarea periodística, se desempeñó activamente en el teatro, en este ámbito se llegó a reconocer su criterio y sentido de espectador. “Él creía que había que brindar un espectáculo y que además del mensaje o de las emociones, se debía convocar y entretener al espectador”, señaló el abogado.
Sobre la ideología política de Alberto, Carrazza remarcó que militó en el radicalismo, y conservaba la postura cultural de este espacio. “Después de la destrucción de los partidos políticos en general y del radicalismo en particular, esa postura, ese ámbito conceptual persistió ante cada cosa y cada realidad”, recordó.