Suele ser una constante que cada año, desde hace algún tiempo, aparecen rumores en cuanto a que se terminó la fusión, ante lo cual el director finalmente confirma su participación el próximo verano: “Si bien no ha habido una comunicación oficial por parte del club ni de la comparsa, lo cierto es que ya estamos trabajando con Grego Farina. Es decir que tenemos la energía puesta en la edición próxima. En cada ciclo se deben rever algunas cuestiones, como así también hacer evaluaciones respecto del trabajo anterior. Estamos convencidos de lo que hacemos, y ha quedado demostrado que lo nuestro es un sello y una marca registrada dentro del carnaval, ya que el público espera nuestra participación, por lo cual el producto está más fuerte que nunca”.
Si hacemos un juego de memoria ¿Dónde te encontrabas en junio de 2003?
“Más allá de los años de juventud, esa fue una época muy linda. Teníamos mucho tiempo para estar con los tambores en los ensayos. En aquel año estábamos previendo todo en el Corsódromo, dentro de un galpón lleno de chatarras, donde no circulaba mucha gente, en esa esquina ensayábamos nosotros. Para mí es un recuerdo muy latente”.
¿Cómo surge dirigir la batucada?
“En los eventos de la época, en cumpleaños de 15 y boliches, coincidimos con Alejandra Neves, relacionada con la puesta en escena y coreografía de Ara Yeví. Ella nos escucha tocar y nos propone una prueba. La comparsa estaba buscando una batucada, por lo cual coordinamos un encuentro en el patio de adelante del Club Tiro Federal, e hicimos un show para el Director y directivos”.
Es decir que ya son 20 años de trayectoria en el Carnaval
“Exactamente. Son dos décadas como director de batucada, con un par de años de discontinuidad por cuestiones de elección personal. Siempre estuve ligado al carnaval en plena actividad”.
¿Cuáles han sido de los momentos más emotivos?
“En el carnaval todo es emotivo. Cada año nos pasan emociones especiales a los carnavaleros. Tenemos una locura que no se puede explicar por esta fiesta, por eso es tanto lo que compartimos. Seguramente la noche del debut fue muy particular, por ser la primera vez había nervios y emoción. Es algo difícil de borrar, y recuerdo que terminamos de día con toda la alegría. Muchas veces el show de batucada hizo caer la tribuna, y el aplauso de la gente siempre llega. Los últimos años en Mari Marí nos han pasado cosas maravillosas respecto de la música y todo lo que se genera. En este último tiempo hay una emoción personal porque comparto esta pasión con mis hijos, lo cual es todo para mí”.
¿Alguna vez pensaste en apartarte del carnaval?
“Sinceramente no he pensado en que se haya cumplido un ciclo. Quizás si después de tantos años de actividad, se hace un largo recorrido. Pero lo cierto es que la familia siempre ha acompañado, están al pie del cañón entonces todo se acomoda para que uno pueda seguir estando en el carnaval. Existen años donde todos se da, otros donde los resultados no aparecen, pero no se me cruza por la cabeza, establecer un determinado tiempo más de actuación, ni nada parecido”.