“Yo tengo una despensa en mi casa y pasa un muchacho y me dice que se me estaba prendiendo fuego la casa de arriba. Atiné a sacar las dos nenas que tengo y llamar a los bomberos”, relata Patricia Antúnez, propietaria del lugar.
El fuego arrasó con las dos habitaciones de la casa que se encontraban en la planta superior. Todo comenzó con una pequeña llama, pero cuando se rompió el vidrio acrecentó el fuego. Los vecinos intentaron extinguirlo con el matafuegos del negocio de la propietaria, porque se estaba dirigiendo a los cables de alta tensión pero no consiguieron apagarlo.
Patricia sospecha que la causante pudo haber sido el velador de la habitación de sus hijas que pudo haber quedado prendido y era de plástico.
“Tienen que demoler toda la parte de arriba. Están todas rajadas las paredes. Quedó sano todo nuestro comedor. Lo que no quedó nada son las habitaciones. Anoche nos fuimos para la casa de mi mamá porque había mucho olor”.
Lo que necesita la familia son sabanas, frazadas, algún ropero para poder guardar la ropa que han donado los vecinos, toallas, mochilas para las niñas que asisten al colegio, carpetas, lápices, guardapolvos. Quienes quieran colaborar pueden dirigirse a Rodo 557 a media cuadra de San José.