“En reiteradas veces nos han roto vidrios en la parte trasera de la escuela, la parte sur. Cuesta reponerlos y lo estamos haciendo con ventas de cooperadora. Se paga poco a la cooperadora y lo que se recauda de la venta es poco. Vamos tapando huecos para poder arreglar estas cosas”, expresaron desde la institución.
La escasa iluminación en el lugar, debido a los árboles, hacen que la zona sea más vulnerable a quienes provocan daños a la escuela. “Rompieron los vidrios, no sabemos si para entrar a robar, o solo por vandalismo. Ya es algo común”, manifestó la directora.
En esta última oportunidad, fueron forzadas las ventanas del establecimiento y tiraron tierra y objetos hacia el interior. Aseguran que son reiterados los ataques.
Según la policía, los responsables de estos hechos son menores de edad que permanecen en la zona aprovechando la baja iluminación. “Hemos pedido muchas veces que se poden los árboles, pero se podaron muy poco los que dan a la calle, pero no los que dan a ese pasillo”, remarcaron desde la escuela.