Muchas veces se escucha si es un buen momento para construir o no, al respecto, Carrazza es tajante “no estamos en un buen momento para las obras. Todo se hace con el esfuerzo de quienes estamos detrás de las obras y las personas que trabajan en la construcción, porque ellos ganan mucho menos que lo que ganaban antes en relación a lo que salen las cosas”.
En esta misma línea, el arquitecto es crítico y destaca que “hay un desánimo entre quienes trabajan en la construcción porque se perdió el poder adquisitivo de la gente que trabaja en relación a la gente que recibe algo y no trabaja. La construcción tiene una amplia implicancia económica y social. No hay un ámbito donde se pueda resolver esta situación. No hay preocupación del estado de resolver este problema que es nuestro socio invisible que siempre está sentado en nuestra mesa cuando tomamos decisiones”.
En cuanto al poco acceso a la vivienda y las dificultades de conseguir alquiler, Carrazza explica que “los valores inmobiliarios tienen detrás los costos de construcción y eso dificulta la posibilidad de adquirir una propiedad porque ha bajado el poder adquisitivo de la gente”. En relación a la construcción para alquiler, lo que pasa es que “lo que sale recuperar la inversión para construir un departamento no se da en el mediano plazo y para poder hacerlo hay que cobrar un alquiler muy elevado que no puede pagar la gente. Fundamentalmente, la vivienda es un reaseguro que se piensa para los hijos, es una reserva patrimonial. Hay gente que reserva su valor en un pequeño departamento, una casita y genera construcción y posibilidad de alquilar. Pero se ha cortado esa cadena”.
Nuevo cuerpo de departamentos
En la actualidad, el arquitecto Carraza se encuentra trabajando en la construcción de un edificio que cuenta con 14 departamentos de 52 mts de dos ambientes con balcón.
“Surgió de la necesidad de segmentar los nichos según las necesidades del público. Está pensado para personas fitness, tiene un gimnasio en la terraza, pileta con solarium, una sala de video como para 10 personas y un sector gourmet en la primera planta”.