Estamos acostumbrados a ver en el cine o la TV escenas en donde ladrones "calificados" estudian el robo de un banco, un casino o un huevo de Fabergé. Las secuencias de acción, de personas colgadas boca abajo o bailando en un campo de lásers son sorprendentes. Pero la realidad es que muchos de los robos que ocurren día a día no son tan espectaculares, ni los objetivos tan importantes. Sin embargo, la realidad puede superar a la ficción.

Prueba de esto es lo que pasó en China. Los programas de noticias informaron a principios de Febrero del arresto de un hombre identificado como "Zhu", por un robo único y nunca antes visto. Este "amigo de lo ajeno" no intentó quedarse con joyas o dinero, sino que hizo desaparecer 800 metros de carretera.

Todo comenzó el pasado 24 de enero en una aldea de la provincia de Jiangsu, China. Varios residentes notaron que se habían realizado algunas obras viales sin previo aviso, y que habían quitado el asfalto en un tramo de 800 metros de ruta. Sin embargo, cuando se descubrió que ese trabajo no había sido autorizado, la policía comenzó a investigar.

Según las autoridades, el ladrón Zhu, alquiló una excavadora y un camión, y en una noche levantó la calle y transportó sus escombros a una fábrica cercana para venderlos. En total se hizo con 500 toneladas de asfalto que vendió por 5.000 yuanes (casi 800 dolares). Zhu explicó a la policía que debido a que una nueva calle acababa de abrirse cerca, nadie echaría de menos la que se robó, y pensó que era una gran oportunidad de negocio.

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