El proyecto contó con el voto afirmativo de los concejales Juan Olano, Pablo Echandi y Alejandra Leissa (JxC); Sofía Ghiglione, Andrea Noguera, Selva Chesini e Ignacio Farfán (PJ); y Luis Castillo (Vecinalismo); y con las abstenciones de Pablo Fernández, Hernán Ayala, Susana Villamonte y Exequiel Quinteros (PJ).
Puntualmente, se trata de una norma que implica adhesión a una ley provincial que tipifica y reglamenta las prestaciones de Residencias Gerontológicas de Larga Estadía; adecúa la reglamentación sobre la habilitación municipal de las mismas y de las Casas de Cuidado de Personas Mayores e indica los órganos competentes a tal fin.
No obstante, la Ordenanza cuenta con 60 artículos que describen pormenorizadamente las funciones de la Municipalidad, los requisitos para habilitación y funcionamiento, las características edilicias y de atención, entre muchos otros aspectos.
Los concejales que aprobaron la iniciativa -los mismos que le habían dado curso al proyecto en la Comisión respectiva-, resaltaron “el consenso obtenido que involucró a tres fuerzas políticas”, entendiendo que “era necesario legislar velando por la salud y el bienestar de nuestros adultos mayores, ya que es responsabilidad del Estado en sus diferentes niveles, sea municipal, provincial y nacional, proteger los DD.HH. y garantizar una vida digna de toda la comunidad y especialmente de nuestros abuelos. Esto se trata de un paso mínimo y básico porque no incluye los recursos humanos, pero es claramente un avance en el cambio de visión que se tiene que dar en cuanto a los cuidados y la atención”.
“Debemos tener en cuenta que un grupo importante de nuestros adultos mayores vive en las residencias gerontológicas de nuestra ciudad y es indispensable que la Municipalidad tenga participación e injerencia tanto en el estado de los edificios donde viven, hasta en las condiciones de salubridad, higiene y atención. Este proyecto va en ese sentido. Es simplemente una ordenanza para cuidarlos”, finalizaron.
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