“El martes 3, a mí me llamaron cerca de las tres de la tarde, que había tenido un accidente, pero que fuera a la casa, y que no era un accidente normal, se encontró mucha sangre y una piedra de afilar cuchillos partida a la mitad. Yo revisé toda la casa, y en la parte de arriba estaba ordenada, y la parte de abajo estaba desordenada”.

“Mi papa pudo salir a pedir ayuda, pero cuando abrió la puerta del garaje se cae y un vecino lo encontró y pudo decirle el número de mi hermano y se comunicaron con él”.

El hombre reconoció que eran “dos bultos”, llegó de trabajar, entró a la casa y lo sorprendieron de atrás, le pegaron tres veces para que él se desvaneciera y aunque lo vieron en el piso le siguieron pegando. La puerta no está forzada y después reconoció en Facebook a la pareja de su empleada cuando su hija le mostró la foto.

La empleada doméstica es la única persona que entra en la casa de este vecino, y el martes era el día que le tocaba trabajar, hace años trabajaba con él.

 En este sentido, la hija de la victima contó: “Él siempre le daba dinero cuando ella necesitaba y la mujer se lo devolvía con trabajo y algunas veces no, incluso les compro tablets a los hijos de ella, porque sabía que no podía. Y nosotros, sus hijos, le decíamos que no le diera más. Las últimas veces que le pedía plata le dijo que no”.

En conversación con otra persona que tenía a esta mujer como empleada, la hija se enteró que había renunciado porque se iba a ir a Misiones con su pareja. “Ella es tan culpable como las personas que casi mataron a mi papá. Un golpe más y lo matan, no saben lo que fue entrar y ver sangre por todos lados”.

En tanto, Anahí llamó la atención de que hacía un mes a su padre le había faltado dinero. “Desde ese momento, a veces venía, y otras no. Estábamos hablando con un abogado para indemnizarla y resolver el problema, esto fue el viernes y los hechos ocurren el martes”.

La empleada no tenía llave, su empleador le abría la puerta y ella cuando terminaba cerraba la puerta, porque es de esas que no se pueden abrir del lado de afuera.

En la actualidad, los responsables tienen una perimetral de 500 metros de la casa de la víctima y de su persona.

“Deseo que esto no vuelva a pasar. Yo fui a la Fiesta del Pescado y el Vino, y tenía miedo de cruzarme a esta persona. Están libres, la investigación va a seguir pero no los pueden tener encerrado”.

“Desde el martes que estoy con mi papá, y tengo una niña chiquita. De a poquito está saliendo adelante”.