Ángel Fabián Constantino cumple una condena de 14 años por abuso sexual enfrentando su nueva realidad, alejado del poder y los abusos, en la Granja Penal de Gualeguaychú. En el mismo pabellón podrían trasladar a Sergio Urribarri su cuñado y el ex ministro Báez.
El ex intendente Ángel Fabián Constantino, de 59 años, oriundo de Gilbert, pueblo ubicado a unos 70 km de Gualeguaychú, fue condenado a 14 años y seis meses de prisión por delitos de abuso sexual con acceso carnal en un contexto de violencia laboral y de género contra tres mujeres.
Desde el 24 de octubre, Constantino se encuentra en La Granja Penal 9 "El Potrero" y a un mes de esa resolución, cumple su condena alejado de los momentos de protagonismo y abusos que vivió cuando era intendente.
El ex intendente no tuvo más alternativa que comenzar a cumplir efectivamente la condena en una unidad carcelaria, dejando atrás la prisión domiciliaria que le fue otorgada antes del encierro. La UP9 fue designada como su lugar de detención por el juez de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, Dr. Carlos Rossi.
Según pudo saber RADIO MÁXIMA, Constantino está alojado en una parte del “cuasi hospital interno” de la unidad carcelaria, aunque debido a la demanda del servicio penitenciario, actualmente se utiliza como pabellón.
La UP9 alberga a más de 507 internos, incluyendo 25 mujeres, y es una cárcel de mediana seguridad que acoge tanto a hombres como a mujeres, siendo la única en su tipo en la provincia.
Ángel Constantino pasa sus días con un grupo de aproximadamente ocho internos, todos alrededor de los 60 años y también condenados por delitos contra la integridad sexual. Este pequeño pabellón se encuentra separado del pabellón central y los módulos C y D. Allí pasa sus horas leyendo y caminando según los días y horarios autorizados.
Aparte de la lectura y las caminatas, no hay muchas más actividades disponibles para estos internos. Esto complica el encierro carcelario con un régimen progresivo de pena, esperando las "labor terapias" que podría realizar. Sin embargo, debido a su condena por este tipo de delitos, asignarles actividades resulta riesgoso; el resto de los internos muestra un marcado rechazo hacia ellos. Por ello, este grupo está segregado para evitar agresiones e incidentes dentro de la población carcelaria.
Constantino podría recibir viejos amigos de la política
En los últimos días ha ocurrido algo extraordinario en las páginas policiales y judiciales de la provincia: la detención y puesta en prisión preventiva del exgobernador Sergio Daniel Urribarri, quien fue un referente del Partido Justicialista (PJ) durante años en Entre Ríos. Actualmente está detenido en la Unidad Penal 1 de Paraná, pero existe una alta posibilidad de que sea trasladado a la Colonia Penal de Gualeguaychú.
El revuelo político y judicial generado por la detención del exgobernador ha trascendido las fronteras provinciales, convirtiéndose en noticia destacada en medios nacionales y redes sociales.
Si Urribarri es trasladado a la Unidad Penal N° 9, podría compartir pabellón con su cuñado Juan Pablo Aguilera y el exministro Pedro Báez.
El director del Servicio Penitenciario provincial (SPER), Alejandro Miotti, sugirió al Ministro de Seguridad Néstor Ramón Roncaglia que lo ideal sería alojar a los tres exfuncionarios en la Unidad Penal N° 9 de Gualeguaychú.
Miotti aseguró que se acondicionó un lugar especial en la UP1 para Urribarri, Aguilera y Báez, quienes están separados del resto de la población carcelaria. Recordó además que hace dos meses se inauguraron instalaciones más modernas en la Unidad Penal N° 9 “El Potrero”, consideradas más adecuadas para detenidos "especiales", lo que sería una mejor opción que las condiciones actuales en la UP1, donde hay aproximadamente 968 internos.
Por ahora, Urribarri espera nuevas resoluciones judiciales en la pequeña habitación donde está alojado. El objetivo es evitar cumplir con el encierro institucional mínimo de cuatro años dentro de los ocho impuestos por la justicia penal provincial. A sus 66 años actuales, le faltarían cuatro para acceder al beneficio de prisión domiciliaria.
Urribarri, quien gozó del poder absoluto durante años, enfrenta ahora los días más difíciles de su vida al estar privado de libertad en una cárcel como cualquier otro detenido.
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