“Muchos de los damnificados por estafas piramidales no hablan”, analiza Jonathan Fiorotto

“Es un esquema viejo, se repite con préstamos de dinero y ahora con criptomonedas, con la promesa de una ganancia fácil, que es propicia por la inestabilidad de la economía argentina”, explicó.

“La gente damnificada se esconde, por una cuestión humana, de vergüenza, o porque lo recomendaron a otras personas. Es un sistema que se aprovecha muy bien de nuestra psicología humana. Se aprovechan de la necesidad o de la ambición de la gente, sumado a la particularidad de la economía argentina, que es muy volátil y obliga a la gente a tener que ver qué hace con su dinero, o la sensación de ver que el vecino cambió el auto o pintó la casa, y sentir que me estoy quedando afuera de algo”, señaló Fiorotto.

Respecto a quienes invirtieron sus ahorros en la maniobra, y que aseguran haber sido beneficiados con ganancias considerables, Fiorotto explicó que, al principio de la estafa, es necesario que genere beneficios reales, para ganar credibilidad e incrementar el número de víctimas.

“Estas cosas al principio tienen que funcionar para generar confianza. Los mayores vendedores de este sistema, son los mismos conocidos que van comentando en las mesas con amigos, y ahí se va agrandando la base de la pirámide”, explicó el contador.

Estos esquemas, hasta que son descubiertos, suelen durar lapsos cortos, o hasta un año. “Tienen que lograr que depositen el dinero, y después que no o saquen del esquema”, detalló.

El contador alertó sobre esta nueva modalidad de estafas, sin embargo, destacó las ventajas de las criptomonedas y del mundo cripto. “No son ni buenas ni malas. Es como el efectivo. Uno con efectivo puede hacer cosas buenas o malas. Las criptomonedas son una herramienta que es muy útil porque baja muchísimo el costo de las transacciones. Hoy un exchange está regulado a un Banco, ya no es economía en negro”, indicó el profesional.