“Los incendios en Córdoba buscan cambiar el uso del suelo”, advirtió Andrés Rivas

Rivas explicó que quienes cometen este tipo de delitos, buscan un cambio en el tipo de suelo. “Estamos en una zona roja de monte nativo, es una de las pocas que quedan en la Argentina, una de las reservas de mayor biodiversidad y está protegido por las leyes. Cuando sucede un incendio, cambia el uso de suelo, y pasa, de ser zona roja, a zona verde y esto permite desarrollar muchísimas actividades, desde las inmobiliarias, hasta la minería”.

Los focos de incendios que tuvieron lugar en diferentes localidades, en la provincia de Córdoba, son considerados los “más violentos” registrados hasta ahora.

El domingo pasado llevaban incendiadas, cerca de 40.000 hectáreas, y se cree que ya deben contabilizarse alrededor de 60 mil, comunicó Rivas, y detalló que “un 95 % de los inicios de fuego, son generados por actividades humanas y un 5 % se dan por causas naturales”.  

Solo en lo que va de este año, al costado de la ruta 38, desde Charbonier hasta Villa Giardino, un tramo de 30 kilómetros, hubo más de 30 inicios de fuego. El año pasado, en San Esteban se contabilizaron más de cien inicios de incendio, al costado de la misma ruta.

Más de quince viviendas fueron afectadas por las llamas y ya son once localidades las afectadas, dos personas detenidas y solo una de ellas, imputada.

En este escenario, pese a los daños, se presentan dispositivos espontáneos de ayuda para las víctimas de la tragedia. “Es algo que sucede y es muy mágico lo que brinda la gente”, expresó el ambientalista, y señaló que sin la ayuda de la comunidad “sería imposible controlar” los distintos focos. “Los bomberos tienen que estar concentrados en apagar las llamas y los civiles van enfriando y controlando la zona para que no se reinicie. Si no hay esta articulación, no hay posibilidades”, explicó.

Rivas señaló además, que los bomberos tratan de combatir las llamas con los recursos propios y con los que obtienen de la solidaridad de los vecinos, sin embargo, señaló la necesidad de que políticas de cobertura de elementos necesarios y de salud, para este sector.

Agregó que “el impacto de un incendio es a largo plazo también, tiene una implicancia a nivel psicológico muy grande, si escuchas una sirena empiezan las palpitaciones, o al escuchar un avión te pones en estado de alerta. Para quienes salimos a combatir el fuego, tiene implicancias en la salud, como los riñones, porque se deshidrata. Hay muchos aspectos que no se tienen en cuenta y que van más allá de lo material”, explicó.  

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