En la escuela número 23 Emanuel, saben que los logros muchas veces no se ven a corto plazo.
“Para ser docente especial uno tiene que apasionarse, tiene que ser observador de cada situación individual para ejercer la tarea”, destacó en RADIO MÁXIMA Angelina Melchiori, directora de la Escuela privada de Educación Integral Emanuel número 23.
“Puede sonar algo frustrante porque los logros muchas veces no se ven a corto plazo, pero cuando termina un ciclo uno se da cuenta del montón de cosas que se pudieron hacer, que el chico logró cosas funcionales para la vida”, explicó.
La docente, consultada en el Día del Maestro, destacó que para su especialidad hay que tener una vocación especial.
Remarcó asimismo la importancia del acompañamiento de la familia tanto para el alumno como para el docente.
La escuela, que recientemente cumplió 30 años, trabaja con chicos de nivel primario hasta 18-19 años con diferentes tipos de discapacidades.
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