El profesor José Luis Pereyra fue el compilador del libro “Antología de la ciudad, 28-20”, que reúne trabajos de 27 autores locales.
Los temas abordados son la relación nuestra con el río, el Parque Unzué, el Frigorífico, Pueblo Nuevo, la vieja estación de trenes, la Isla Libertad, el Colegio Nacional, la plaza San Martín y otros, según contó el profesor Pereyra en RADIO MÁXIMA.
El proyecto fue posible gracias al Presupuesto Participativo. Hay pocos libros para la venta. Los interesados se pueden contactar con el profesor Pereyra o con los autores para solicitarlo en PDF en forma gratuita.
El libro comienza con historias del río Gualeguaychú, con textos de Manuel Almeida, Fabián Magnotta y Jimena Arnolfi, Bavi Cheveste, Susana Bugnone y otros autores, todos locales.
*ALGUNOS DE LOS TEMAS
Esto escribe Pereyra en el prólogo del libro.
Al igual que en el libro anterior, intento que los textos “dialoguen” entre sí. Como ejemplo, incluyo el discurso pronunciado por Luis N. Palma cuando arribó la primera locomotora a Gualeguaychú, inaugurando así la Estación. En este documento histórico, se encuentra presente el ideario positivista de fines del siglo XIX: esperanza en el progreso, en las artes y ciencias aplicadas al trabajo humano, la agricultura, la economía, el engrandecimiento del país. Se tiene profunda fe en los beneficios de la inmigración (era época del asentamiento de colonias italianas, alemanas, judías… en territorio entrerriano).
Es un discurso hermoso, que habla del advenimiento de una era de paz y del cierre de otra época oscura, signada por la violencia e intolerancia de luchas fratricidas: “En nuestras mismas provincias no hace mucho tiempo se mencionaban los puntos más importantes de nuestros campos, por la cruz de alguna de las víctimas del puñal o por el nombre de una batalla sangrienta. ¡Ah! En nuestra provincia hay pedazos de tierra que, si nosotros exprimiéramos un puñado entre las manos, destilaría sangre, sangre de héroes vertida muchas veces en la contienda de hermanos” -nos recuerda el malogrado presbítero Palma-.
Por otro lado, se incluyen tres poemas, de Guillermo Santos Ledri, Miguel Ángel Chacón y Luis Guillermo Ledri, que refieren el declive del ferrocarril, el abandono de los rieles y la partida del último tren. Casi un siglo de diferencia, dos épocas distintas: La esperanza del progreso liberal, por un lado; la nostalgia y la derrota neoliberal disfrazada de Corsódromo, por el otro.
Otro ejemplo de diálogo entre textos, puede observarse cuando hablo de la Unidad Penal Nº 2. En dicho apartado, hay párrafos de dos novelas carcelarias escritas en Gualeguaychú y la imposibilidad que encuentran sus protagonistas para leer, buscando evasión y sosiego a través de la lectura. Efectivamente, en La casa trágica, de Mario César Gras, el jefe del penal, el despótico Hilarión Frutos, no devuelve el dinero de Atilio Soria para que éste pueda comprarse mantas y libros. Por otro lado, en El cuello de mamá y la navaja, el Pibe Ponce es molestado por los otros reclusos cada vez que lo ven con un libro en la mano.
Pero la ficción novelística es superada por la realidad poética: pues se incluyen tres décimas del “Chivo” Peralta, poeta y presidiario, quien en 1964 logró componer ¡y publicar!, aunque de manera muy artesanal, su obra lírica dentro del mismísimo sistema penal.
Nuestro manso río y la tranquila Isla Libertad, con sus trinos, peces, pescadores y colores, también conocieron épocas dramáticas. Junto a los apacibles poemas de Susana Lizzi, Guillermo Santos Ledri y Susana Bugnone, Carla Olivera, Jimena Arnolfi y otros autores, se incluyen informes sobre batallas, invasiones, preparativos de guerra y cañones arrojados al agua con el fin de alivianar la carga, sortear los bancos de arena y escapar del acoso del Almirante Brown.
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