Andrea Benedetti: ”Quiero que todos canten nuestra canción”

“La presentación de la canción en vivo siempre genera muchas cosas. Es como un ensayo general abierto. Aún queda un tiempo por recorrer, lo cual es crucial para la banda. Hay que ir ajustándose de a poco, sabiendo lo que es pisar un escenario grande. Vivimos la presentación con mucha alegría, no es que estemos re confiados, pero estamos muy contentos con lo que estamos haciendo. Te puedo contar miles de errores, pero la banda sale a flote luego de tres años, donde se siente la conexión entre nosotros. Es importante aprender a sortear un error con una simple mirada. Siempre se disfruta sentir que hay un equipo formado”.

¿Se rescata la manera en que el integrante recibe el tema musical?

“Eso también es un ensayo. Saber qué es lo que pega y lo que no del tema. Pensaba en un fragmento de la canción, y resultó que de la nada se empezó a tararear otra, y eso no me lo esperaba. Entonces empezamos a abrir el ojo y moverse hacia donde responde el público y el integrante”.

¿La formación de la banda se mantiene?

“Tenemos un percusionista nuevo, y el sábado de presentación faltaron algunos músicos. Son todos muy histriónicos. Se ha formado una línea de vientos muy linda. Están muy acostumbrados a tocar juntos y tiran para adelante, no solo desde lo musical, sino con su energía, porque están siempre contentos”.

¿El tema presentado es composición tuya sola?

“Valké tiene una idea mía que fue creciendo de a poco. No hubo mucho tiempo para componer a dúo con Martin (Fernández, el otro director de la banda), que se dedica mucho más a lo tribunero, es decir el estribillo, que es lo que más contiene el tema institucional. Lo más poético y amoroso tiene mis intervenciones personales. Es como que existe una división natural por el empuje de cada uno”.

¿Cuándo se empieza a gestar el tema principal de la comparsa?

“Hace bastante. La verdad es que soy muy vueltera. Suele pasar que me parece que algo está genial, lo escucho al otro día, y pienso que es una porquería (se ríe). De manera que voy y vengo en la composición, cerrando las ideas de ambos para encontrarle la vuelta al tema. Este tema tiene una única línea, melódica y temática, más allá de las variables”.

¿Qué es lo mejor de Valké?

“Hay cosas que no sé hasta dónde se pueden apreciar. Es decir, debemos saber identificar los giros melódicos que tenemos, que se consiga un tinte o melodía para que se advierta que se trata de carnaval. Es un aprendizaje, un gran desafío, por eso investigo mucho. A veces quedan cosas en el camino por cuestiones de presupuesto. Me quedé con las ganas de una flauta irlandesa (se ríe). Pero traer un músico por un prólogo de 16 compases era demasiado. Se analizan muchas cosas, porque a veces hay que sacar un elemento para incorporar otro. El coro es muy importante para la puesta. Un coro de 12 o de 10 no es lo mismo para mí. Es como el sello de la banda. Esto es para sumar, no para reemplazar. Tenemos una percusión muy reducida, por lo cual trabajamos mucho todo el año. Bajamos los temas con la percusión y el bajo. Después se trabaja sobre las variables rítmicas y cuando lo podemos armar, entonces se incorporan guitarra y piano”.

¿Sentís que le diste identidad a la percusión?

“Es la idea, sí. Que se marque presencia con los vientos y la percusión fuerte. Tengo la suerte de haberme encontrado con estos músicos que se hicieron familia. El hecho de estar en una banda, más allá de que uno lo hace lo más profesionalmente posible, no dejamos de lado los vínculos. Tenemos músicos que vienen de afuera, se encuentran en Gualeguaychú con una casa abierta, una cena compartida, entonces se enamoran. Está buenísimo que así sea, porque uno tiene cosas cotidianas que quizás no valora, hasta que te encontrás con estas otras realidades, que te marcan. Es genial encontrar el equilibrio entre los vínculos y el profesionalismo. Hace que estos músicos que no son de acá, se pongan la camiseta, porque se sienten de la banda”.

¿Cómo ocurren los ensayos y como se resguarda una canción?

“Yo vivo a una cuadra del Hospital y se ensaya en casa. Se escucha la música a una cuadra a la redonda, pero no pasa nada. Lo que hago formalmente es escribir y presentar en SADAIC, después si los vecinos lo escuchan y aprenden la canción, mejor (se ríe). Cuando te graban sin que sepamos y se divulga luego con mala calidad de grabación, no está bueno, esa manera no me gusta. Pero si empiezan a conocer el tema nuestro mucho mejor. Quiero ir al Corsódromo y que todos canten nuestra canción”.

¿Notas el crecimiento de Matías Badano?

“Se va afianzando el vínculo, entonces se produce el crecimiento, por lo cual va soltando lo que tiene para dar. Siempre le dije a Matías que tiene un potencial que él mismo no tenía ni idea. Es mi apuesta descubrir y hacer que afloren los talentos. Por el hecho de ser más viejo, uno se saca los prejuicios, se tira mucho más a la pileta porque son diferentes etapas que vamos atravesando en un escenario. Estamos logrando una linda convivencia entre las viejas y nuevas generaciones”.

¿Cuándo estará lista la próxima canción?

“Ya está grabada, con lo cual en unos días estará editada para poder difundirla