Literatura en la ciudad/2820

Para hoy tenía planificado hablar sobre las heroicas  proezas de la derecha argentina, como la Noche de los Bastones Largos (represión contra profesores y estudiantes universitarios), la Noche de las Corbatas (desaparición de 14 abogados y sus familiares en Mar del Plata), las Noche de los Lápices (tortura, muerte y desaparición de estudiantes secundarios). Pero a los terraplanistas les desagradan estas cuestiones “históricas”, tuercen la nariz y se enojan cuando uno les recuerda que los seis desaparecidos durante la Noche de los Lápices (16/09/1976) no fueron terroristas ni subversivos ni comunistas ni peronistas, sino simples colegiales, pibes que tenían entre 16 y 18 años, que lucharon para  obtener un boleto estudiantil a bajo costo.

“¡Ya empezó con cosas viejas que a nadie le importan!”, exclaman los terraplanistas que leen esta columna. Así es que hoy no les hablaré sobre aquellas noches violentas, sino de algo más actual y agradable: la literatura gualeguaychuense. ¿Acaso creo que a los terraplanistas les interesa la literatura? Para nada. Porque precisamente el estado mental del terraplanista medio es producto de su falta de lectura, porque cree en lo que le dicen  los medios concentrados (Majul, Feinnman, Leuco y el “Lechoso”) y no se preocupa en investigar si esto es verdad. Leer te hace libre y hay gente que vive en la prisión de sus preconceptos. Lo de “agradable” lo digo con referencia  a mis propios gustos personales, pues me encanta enseñar (esta columna siempre pretendió ser “educativa”), mientras que hablar de los milicos y quienes los apoyaron, me enferma. Así que paso al tema de día:

Vivimos en una ciudad bendecida por la literatura, no en vano Gualeguaychú  es una de las localidades entrerrianas con mayor número de autores premiados a nivel provincial, nacional e internacional. Nuestros escribas han sido traducidos a otros idiomas e integran publicaciones colectivas en varios países. La conectividad y las redes sociales facilitan este cruce de límites fronterizos, pero la enorme actividad literaria local es anterior al surgimiento de Internet. Conviven aquí, al menos  tres generaciones de escritores de calidad y muy activos, que producen, publican  y promocionan sus libros. Estas dos últimas actividades vienen acompañadas por la reciente creación de editoriales independientes  (Rodolfo A. García Editora y Palo Santo) y la buena predisposición de los medios informativos que apoyan y difunden nuestra cultura.

La  ANTOLOGÌA DE LA CIUDAD/2820  se suma a la promoción y divulgación de las letras gualeguaychuenses, reuniendo textos de veintiocho autores que nacieron o viven aquí. Está pensada como herramienta para que se utilice en los colegios secundarios y la guían cuatro premisas básicas: a) utilidad pedagógica, cada texto sirve para dar clases; b) calidad literaria; c) pluralidad de voces y variedad textual, pues reúne ensayos, relatos y poemas; d) accesibilidad. La ANTOLOGÍA será accesible de dos maneras: a través del Programa Presupuesto Participativo 2022, la Municipalidad adquirió 200 ejemplares (libros “físicos”) para que sean distribuidos gratuitamente entre los autores, los colegios y las bibliotecas populares. Por otra parte, cada alumno, maestro o lector podrá acceder libremente y sin costo alguno al libro “digital” (formato PDF) o sus archivos paratextuales, es decir videos, charlas, dibujos, canciones, lecturas en vivo, con solo entrar en la página Web de la Biblioteca Popular Rodolfo A. García.

No crean que,  cuando preparé esta ANTOLOGÍA,  olvidé mi carácter de Quijote anti terraplanista. ¡Para nada!  Con el propósito de educarlos  ─y no sigan pensando que la tierra es llana o el peronismo es lo peor que pudo pasarle al país─,  en la recopilación de textos, incluí algunos que hablan sobre la lucha por los derechos de los trabajadores durante el 01/05/1921; la última dictadura religiosa, cívico, militar; la violencia de género y la existencia de una pobre mujer, llamada Micaela (enorme poema de Susana Lizzi); sobre Malvinas; el bullying (en un muy buen relato de Sebastián González);  las mujeres; la política y el fútbol.

Veintiocho autores en un solo libro: Manuel Almeida, Fray Mocho, Olegario V. Andrade, Jimena Arnolfi, Oscar Blanc, Susana Bugnone, Darío Carrazza, Luis Castillo, Pamela De Battista, Sebastián González, Marcos Henchoz, Vanesa Jara, Paulina Lemes, Claudio Lencina, Nerea Liebre, Susana Lizzi, Luis Luján, Gervasio Méndez, Melina Montenegro, Carla Olivera, Amílcar Piccini, Ismael Pradel, Martín Pucheta, Ernesto E. Siches, Fernando Troncoso, Viqui Veronesi, Emilita Villalba y un servidor.

Sin embargo, para que se den cuenta de la magnitud de la tarea, muchos escritores/as han quedado para un segundo volumen: Luisa Delfino y Eugenia Faué (dos autoras ganadoras del Premio Fray Mocho), Georgia Reichel y su interesante relato sobre la identidad de género, Pipo Pescador, Jorge Fernando Landó, Sabina Melchiori y Fabián Magnotta (dos periodistas con libros en su haber), poetas como Dora Hoffmann, Sofía Barrios Delgado, Sarita Kesselman, Pebete Daneri y muchísimos más.

Por último y para no dejar con las ganas a quienes suelen criticar esta columna dominguera, les cuento que la ANTOLOGÍA DE LA CIUDAD/2820, contiene un artículo escrito por Claudio Patricio Lencina, Premio Fray Mocho 2001, llamado “70 AÑOS SIN EVA”, o sea, trata sobre Evita Perón. Nada, eso nomás.