Por confusión, una familia veló a una persona equivocada, mientras otra no encontraba a la abuela fallecida

Un hecho insólito se produjo este jueves en Gualeguaychú, cuando una familia veló y enterró a una persona que finalmente no era quien creían, mientras que otra familia durante varias horas no encontraba el cuerpo de su abuela, Marta Zapata, hasta que se descubrió el error. La mujer tenía 79 años y padecía de alzheimer. La otra persona en cuestión murió de covid.

Erika Cardinaux, la nieta de la mujer, contó en RADIO MÁXIMA que en medio de la confusión, descubrieron que otra familia estaba velando a cajón cerrado a quien en realidad era su abuela. El cajón debió ser desenterrado. “Me hace acordar a Esperando la carroza, pero es grave”, dijo Erika.

“Un hecho lamentable, de película. La abuela estuvo internada dos meses por su enfermedad. Nos llamaron porque a las cinco de la mañana había fallecido. Nos dicen que había que hacer los papeles. Fuimos al cementerio, pero no había llegado nada, no había registro de ingreso. Estuvimos varias horas y llega una ambulancia con un fallecido por covid. A todo esto, había una familia velando…supuestamente al muerto que estaba velando esa familia. Fuimos al hospital y nadie nos daba respuesta, nos mandaban de acá para allá. Nos dijeron que la habían llevado al cementerio. No sabíamos dónde estaba el cuerpo. Volvimos al cementerio. No estaba la abuela, y estaba la ambulancia con un muerto, pero a la vez estaban velando a una persona a cajón cerrado, porque supuestamente era por covid. Luego enterraron a ese familiar. Hasta que llega la ambulancia…con el familiar de ellos… Ahí se armó el revuelo”, contó Erika.

Agregó que “el director del hospital nos pidió disculpas, que existió un error, y que la persona que habían enterrado era mi abuela. Mi abuela había sido velada por otra familia, y enterrada con otro apellido. Ellos no la vieron, porque supuestamente era por covid, pero mi abuela no murió por covid. Mi abuela falleció a las 5 de la mañana, y la otra persona había fallecido la noche anterior a las 22”.

Erika manifestó además que “a mi abuela la pusieron en tierra. Tuvieron que desenterrarla, abrir el cajón y que la reconociéramos. En el hospital reconocieron el error y se hicieron cargo de la exhumación. Nosotros necesitábamos verla para saber, luego del moco que se habían mandado. Para ellos era un cuerpo, pero para nosotros era un familiar querido. Tuvimos que hacer una movida terrible para poder verla”.

“Me imagino la otra familia…haber llorado a alguien que no era”, reflexionó Erika.