*La causa
“Esta causa tiene doce supuestas víctimas que no son ni cerca los doce denunciantes que se habla y les rogaría a ustedes que hablen con propiedad”.
“Acá no hay doce denunciantes. Inicialmente había siete, de los cuales ahora se cayeron dos por la prescripción. Así que denunciantes originarios son cinco y los otros son supuestas víctimas que concurrieron como testigos y los pasaron a víctimas. Eran testigos que no venían a hacer ninguna denuncia, los citaron y por eso fueron”.
“Entonces yo interpreto que como estaban escasos de víctimas, a cinco testigos los pasaron a víctimas. Pero resulta que el común de la gente les llama denunciante”.
“Sigo sosteniendo que soy inocente. A la mitad, no la he visto nunca en mi vida”.
*La prensa
“Es innegable la relación de la prensa con la justicia”.
“Con esto no quiero decir que la prensa ejerza una influencia directa sobre la justicia y menos aún que la condicione, pero de alguna forma influye y condiciona a la opinión pública y en algún momento o en alguna proporción, los jueces toman en cuenta la opinión pública”.
“El origen o motivo de esto no lo sé, pero evidentemente acá hubo una preparación. Cuando vi la revista me di cuenta de que la mayor parte de lo que dice ahí eran mentiras”.
*Las acusaciones
“A medida que fue avanzando la Investigación Penal Preparatoria se fueron cayendo las acusaciones que hacían en esa nota, algunas exageradas donde me trataban de chacal y que yo andaba de noche persiguiendo chicos en el auto. Imagínense, con lo conocido que soy yo como voy a andar persiguiendo chicos. Eso que lo hagan otros, como lo hacen otros”, deslizó.
“En la década del 90, por temporada carrocera, me gastaba más o menos mil pesos, ustedes recuerdan que estamos hablando del uno a uno, así que si todo eso fuera intercambio sexual, Dios me libre” y se ríe..
“Han venido muchos ex alumnos y ninguno ha dicho que yo haya tenido relaciones a cambio de ayuda para las carrozas”.
*Decepciones
“He tenido momentos de mucha desazón, momentos muy tristes. Uno fue cuando por culpa de un periodista irresponsable terminaron echando a dos empleados de Farmacity. Eso me dolió muchísimo porque eran muy buenos empleados y buenas personas”.
“Otro momento de mucho dolor fue cuando vi que mi socio y amigo de toda la vida y compadre ahora porque soy padrino de la hija del Toto Vera, que había sido acusado de ser cómplice mío en todas estas supuestas maniobras delictivas. No obstante reconocí la celeridad con que la fiscal Martina Cedrés desestimó esta denuncia. Ella también se dio cuenta que era y es un disparate”.
“Me dolió una frase de la fiscal cuando dice que Gustavo Rivas ya no sabía en qué institución meterse para ocultar su verdadera o principal actividad. Para una persona como yo que ha estado más de medio siglo trabajando en instituciones, dedicando mucho tiempo y muchas veces porque me venían a buscar”.
