Alrededor de 200 personas se acercaron a la puerta de la Secretaria del Club, en calle Alsina, para despedir al plantel decano, que cerca de las 14 partió rumbo a Buenos Aires, donde se hospedará en el Hotel Duomi a la espera del trascendental choque de cuartos de final ante Belgrano en el Estadio de Lanús mañana a las 21:10.
La expectativa es muy grande y no es para menos. Juventud Unida está entre los ocho mejores de la Copa Argentina, con el condimento de ser el único representante del ascenso y con la posibilidad de meterse en semifinales y quedar a dos partidos de la clasificación a la Copa Libertadores del año que viene.
Un sueño que ni el más optimista hincha decano se hubiese imaginado a principio de 2016. Es por eso, que desde el club se convocó a través de las redes sociales a un banderazo para despedir al plantel de cara al partido más importante de su historia.
Un buen marco de simpatizantes albicelestes se acercó a Alsina 60, tomando en cuenta que era un día y horario laboral. Con bombos, papelitos y canticos, el pueblo decano despidió a los jugadores y cuerpo técnico, antes de su partida hacía Buenos Aires para disputar el histórico partido de mañana.
Cerca de las 13:15 los protagonistas fueron arribando al club, firmaron algunos autógrafos, saludaron a los hinchas y se subieron al micro. Los últimos en sumarse al colectivo fueron el capitán Matías Marchesini y el arquero Lucas De León, porque antes de ascender accedieron algunos pedidos de fotos.
Y Cuando las ajugas del reloj marcaron las 14, la delegación emprendió lentamente la partida, el público agolpado sobre la plazoleta y la calle le dio la última muestra de cariño a este grupo de leones, que marchó con la ilusión de todo una ciudad de ver a Juventud Unida entre los cuatros mejores equipos de la Copa Argentina.
Foto: Gentileza Luciano Peralta, Prensa Juventud Unida/ Diario el Día
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