Preocupan los incendios forestales y un proyecto chino para megacriaderos de cerdos

El ambientalista Guillermo Luciano habló en RADIO MÁXIMA sobre dos cuestiones ambientales preocupantes, como los incendios forestales y el proyecto chino para la instalación de 25 megacriaderos de cerdos en la Argentina.

“Históricamente esos campos han sido productores de pastos de baja calidad cuando son planta adulta, pero cuando retoñan son de gran poder nutritivo para los vacunos”, explicó Luciano en referencia a las Islas que son noticia por el fuego.

“Es una práctica histórica habitual quemar esos pastos adultos para aprovechar los pastos nutritivos que crecen en primavera, y se produzca lo que se llama la veranada, pero esa práctica tiene un costo muy alto para la flora y fauna. Son miles de animales los que mueren quemados o porque pierden su hábitat, se corta el ciclo de reproducción vegetal. Son tierras que fueron formadas por aluvión del río Paraná, tienen sedimentos  que le otorgan una fertilidad extraordinaria y han sido siempre muy codiciados por quienes se dedican a esos negocios de agricultura industrial. Incluso en la actualidad hay cantidades de hectáreas que han sido endicadas ilegalmente para desarrollar agricultura con gran resultado económico. Es el segundo embate a gran escala que han sufrido esas tierras, no solo por los incendios sino por los proyectos que ha presentado el gobernador Bordet en consonancia con lo que había presentado en 2012 el ex gobernador Urribarri, ambos tienen detrás la intervención del Papa negro de los humedales del sur, que es Julio Rodriguez Signes, que era y es el Fiscal de Estado, que aspiran a mercantilizar esa zona”, dijo el ambientalista.

“Esto es algo muy grave, en Sudamérica hay solo tres grandes humedales: los pantanales del Matogrosso que ya tienen una fuerte intervención para el cultivo de soja, los Esteros del Iberá en Corrientes, que tienen un millón doscientos mil hectáreas y los del sur entrerriano que son un millón y medio de hectáreas. Son territorios enormes donde se preserva y reproduce la biodiversidad, y donde se producen fenómenos naturales imprescindibles para la naturaleza en general y están siendo atacados. Los dos, el Iberá desde siempre  atacado por una forestadora chilena, incluso hasta por la Universidad de Harvard que ha tenido plantaciones ilegales de eucaliptus y pinos que están terraplenados para sacarlos y los arroceros en el sur de la provincia de Corrientes que quieren aprovechar esa agua. Ambos con prácticas que incorporan agrotóxicos y químicos. En el Delta los suelos son extraordinarios y no tienen horizonte, destruyen ambientes muy frágiles, estratégicos y necesarios para toda la Mesopotamia”, explicó.

*Chanchos chinos

Luciano también hizo referencia a un tema poco conocido pero que ya está despertando preocupación en algunas áreas y es el proyecto de un megacriadero de chanchos con inversión China

“Significa una intervención sobre un territorio enorme, hablan de una producción de 900 mil toneladas de carne al año, la Argentina en este momento tiene un stock de 3 millones 400 mil cerdos, eso significa unos 700 mil al año, es decir que para producir 900 mil toneladas se están necesitando 4 millones y medio de cerdos más, esto va a requerir para su alimentación de la producción de un territorio probablemente superior a las 500 mil hectáreas  o sea que la presencia de esos megacriaderos va a profundizar la intervención de todos esos bosques nativos que ya están siendo saqueados para ponerlos en función de este proyecto. Las connotaciones ambientales y en salud humana que tienen estos megaproyectos  son terribles, son la fuente de creación y reproducción de pestes con alto impacto en la economía y la sociedad, de hecho hace algunos años los chinos tuvieron que sacrificar millones de cabezas de cerdo por una nueva peste que había aparecido y ponía en riesgo también a las personas, por eso ahora se quieren sacar todo esto de encima. En África han hecho desastres y los chinos cuando se instalan llevan su personal, es decir que no generan empleo, quizá dejen algún espacio para que algunos argentinos vayan a barrer la bosta de los chanchos”, dijo Luciano.

El ambientalista denunció que “son millones de toneladas de materia fecal de cerdos que van a estar ubicados en la zona norte de la pampa húmeda y van a tributar en el río Paraná, toda esa materia fecal llena de antibióticos y sustancias químicas, porque el hacinamiento provoca enfermedades que las combaten con inyecciones, todo eso va a ir al río Paraná. Es como si de repente se duplicara la población de las provincias del litoral y largaran crudos todos esos detritos fecales al río que ya está afectado por la agricultura industrial. Sería un desastre ambiental. Más o menos como los uruguayos que hacen esas plantaciones y en la celulosa se llevan toda la fertilidad puesta. Acá se iría en la carne que exportaríamos”.

“Está todo en el aire y me asusta. No han intervenido los ministerios ni de Agricultura, ni de Medio Ambiente ni de Economía. Solá es el mismo que metió el glifosato y es responsable del desastre fenomenal que se hizo con la agricultura industrial en el medio ambiente, es el mismo que está pasando por encima de prepo con este proyecto que si te ponés a leer un poco realmente te vas a asustar y después que esté hecho nosotros nos vamos a tener que hacer cargo”, finalizó.