La Iglesia evalúa que las actividades se normalicen lentamente

En diálogo con RADIO MÁXIMA, el obispo de Gualeguaychú, monseñor Hector Zordán, contó que “hace un tiempo largo que comenzamos a reunirnos con los distinto organismos de la diócesis a través de plataformas digitales que tanto nos ayudan”.

“En el caso nuestro estuvimos conversando sobre la catequesis y de acuerdo con la posibilidad de cada parroquia, lo que hemos pensado es que cada parroquia vea cual es la mejor posibilidad y decisión a tomar. Que se pueda pensar para fin de este año o primeros meses del año que viene, en general se recibe en este tiempo pero se posterga para más adelante, pero no sabemos cuándo vamos a volver con las celebraciones presenciales, se nos va a ir bastante tiempo me parece en retomar las actividades. Cada parroquia irá viendo cada grupo de catequesis, pero no debemos asustarnos porque haya diversidad de opciones. Lo más importante es que la catequesis no es un proceso de promoción, sino que es un camino de inserción en la comunidad cristiana y de encuentro con Jesús, en un proceso de aprendizaje. Lo importante es que ese acercamiento personal a Jesús se vaya dando”

En referencia a la celebración del bautismo, Zordán manifestó que “es otra la cuestión con el bautismo, hay que desvincular el sacramento con la fiesta. Obviamente que es una oportunidad para hacer fiesta, pero no tenemos que postergar el bautismo porque no podemos hacer una fiesta, la familia que considera que es importante se puede acercar a la parroquia, de hecho se han realizado bautismos, nosotros consideramos que tiene que ser recibido lo antes posible”.

En cuanto a comunión y confirmación, el obispo dijo que “nadie tiene que cortarse solo, sino conversarlo con otras parroquias, con otros vecinos. Esta nueva normalidad hay que trabajarla, gestarla a través del diálogo, puede haber opiniones distintas, pero que se conversan y se van trabajando juntos”.

Por último, Zordán se refirió a la celebración de las misas, expresando que “a nosotros nos gustaría que se fuera retomando con algunas personas, con grupos reducidos, creo que se podría pensar en algo así. Tenemos unos cuantos sacerdotes que están en grupo de riesgo, pero conservando las distancias y extremando las medidas si uno está bien de salud creo que se puede estar en actividad pastoral”.