"Mi hijo temí­a a los policí­as de Gualeguaychú porque siempre "lo esposaban, lo vejaban y lo culateaban", dice el padre de Iván Pérez

Héctor Pérez, padre del joven Iván Pérez, ultimado por el sargento de la Policía Departamental de Gualeguaychú, Mauricio Gómez el pasado 9 de octubre, dijo en RADIO MAXIMA que su hijo era adicto y quería recuperarse y remarcó que “si robaba algo era porque estaba enfermo, no acusen sin conocer”. Agregó que aquel día que su hijo “Iván corrió porque le tenía miedo a la Policía”, porque cuando lo detenían “lo esposaban, lo vejaban y lo culateaban”.

Pérez manifestó estar “muy mal anímicamente por lo que ocurrió con mi hijo y me encuentro ahora esperando que va a resolver la Justicia. Ayer tuve una reunión con el Fiscal Coordinador, el doctor Beherán, quien me atendió muy amablemente y me explicó con todo detalle lo que consta en el expediente judicial y me dio un poco de tranquilidad porque va a pedir la pena máxima para el policía acusado y quizá haya novedades este mes”.

Héctor Pérez explicó que hace ya varios años atrás, cuando su hijo Iván tenía 12 años, se separó de su esposa y al momento del trágico hecho, el joven de 24 años vivía con su madre. El padre de la víctima agregó que “no tengo nada en contra de la Policía pero estoy muy mal por el accionar de este efectivo que tomó este accionar de quitarle la vida a mi hijo en medio de una persecución. Iván tenía problemas de adicción, yo tenía trato con él, mi casa siempre estuvo abierta para él por su enfermedad. A mí nunca me pidió ni me robo nada, sin embargo estaba marcado por la Policía como presunto delincuente, por denuncias sin fundamento. Cada vez que lo detenían a mi hijo, “lo esposaban, lo vejaban y lo culateaban y yo creo que los jefes policiales deben saber quiénes eran los efectivos que actuaban así con Iván”.

Pérez se mostró sorprendido “porque mantenían en la fuerza a un policía como Gómez, a quien conozco porque yo cobro estacionamiento medido en las calles de Gualeguaychú y jamás le pude cobrar ya que siempre actuaba conmigo de forma prepotente. Además esta persona tiene antecedentes por vejaciones. Es increíble que lo mantuvieran en servicio”.

Al respecto de su hijo Iván, Pérez detalló que “él había acordado una condena a tres años para permanecer en una Granja de Tratamiento para adictos en la UP9 donde se presentó en dos oportunidades, pero su problema lo podía a pesar de que era consciente de su enfermedad. Lo que puedo decir que Iván le tenía miedo a la policía y si robaba algo era porque estaba enfermo, pero siempre lo acusaban sin conocer. y por eso el día que lo mataron el corrió. El dedo acusador sin fundamentos llevó a mi hijo enfermo a la muerte como si fuera un delincuente. Y si alguna vez mi hijo pudo haber hecho alguna macana a alguien le pido perdón, pero mi hijo no era un delincuente estaba enfermo que fue muerto por un policía asesino adicto al gatillo fácil”.