"Hay miles de Genaro Gutierrez y Lucas Bentancourt podemos ser todos", dijo Masaferro

Juan Pablo Massaferro, que logró vencer su adicción de 15 años, y lleva 3 años y medio de vida normal, dijo en RADIO MÁXIMA que “hay  miles de Genaro Gutiérrez en Gualeguaychú, muchos que viven al límite, que son objeto de la droga. Y Lucas Isaías Bentancourt podemos ser todos”.

“Pero ser adicto no justifica lo que hizo Genaro Gutiérrez, no es que por ser adicto vas a matar”, dijo Juan Pablo, quien reflexionó que “la problemática no se trabaja en profundidad”.

En diálogo con RADIO MÁXIMA, Juan Pablo Masaferro, recuperado de su adicción a las drogas, cuenta que “arranqué a consumir a los 15 y me internaron a los 30. Mi caso fue terrible y no me da vergüenza decirlo. Llegue a la comunidad pesando 45 kg y no teniendo vínculo con nadie. Es muy importante entregarse a un profesional y confiar en él porque llega un momento que vivís solo para el consumo”, dijo.

“Hay muchísimos jóvenes que están al límite de mandarse una macana grande porque son objetos de la droga. Esta vez le tocó a un chico que no tiene nada que ver, pero dentro del barrio estas cosas pasan todo el tiempo, todo el tiempo se están peleando”, reflexionó haciendo referencia al crimen de Lucas Bentancourt.

“El adicto arranca en el hogar, primero todo lo hacemos en nuestra casa y después en la calle. La desesperación del adicto lleva a robar cualquier cosa. No todos los adictos son Genaro, pero si tenés un problema y no tenés contención ni límites, es un tema muy delicado”.

Consultado sobre lo que Genaro habría dicho en su declaración sobre no recordar lo sucedido, Juan Pablo dijo que “cuando uno pierde la conciencia está tirado, pero cada caso es muy particular, todo depende de lo que haya consumido. Yo tenía tendencia a dañarme a mí, por eso digo que es muy particular, siempre está esa tendencia a la agresión. Las sustancias van cambiando, se está consumiendo mucha cocaína cocinada, que es la cascarilla. Hoy se consume de todo en todos lados, no importa la situación económica, cualquier ambiente social consume cualquier droga”.

Sobre el período de abstinencia contó que “en una dependencia fuerte es muy insoportable, es como un hormiguero en el pecho del lado de adentro. Es una ansiedad extrema que se siente en el cuerpo, parece que adentro te están comiendo”.

Prevención y recuperación

“El punto donde fallamos como sociedad es la falta de prevención. No somos profesionales de la salud, somos profesionales de la enfermedad, porque llegamos tarde. Al adicto hay que darle un espacio y abordarlo de manera profesional. Cada caso necesita de un tratamiento diferente pero es fundamental que esté cerca la familia. Yo me recuperé en una comunidad terapéutica”, relata Juan Pablo.

“Yo creo que es importante detectar cuando un chico es propenso a ingresar. Que tenga responsabilidades, que cumpla con sus tareas, que se alimente, que tenga horarios, eso es contención. Cuando un chico tiene que hacerse cargo de problemas de adultos, va a buscar evadirse. Hay casos donde se nota mucho que los chicos son más maduros que los padres y hay que estar atentos desde los 10 años, porque bajó mucho la edad del consumo. Hay que prestar atención a lo que realmente importa y aunque ellos no quieran que uno esté cerca, igual hay que cuidarlos”.

“Las comunidades muchas veces terminan siendo el tacho de basura de la familia, porque no se evalúa cada caso en particular. No todos necesitan estar internados. El proyecto Unir busca esto, evaluar cada caso. Es algo que yo vengo haciendo desde hace mucho tiempo y siempre se puede hacer algo, hay que hacerlo, hay que actuar. Que lo que se haga no se haga mal, porque la recuperación debe ser en serio”, expresó haciendo referencia al proyecto que está llevando a cabo. Para contactarse a través de la red social Facebook, buscar  Proyecto Unir.