La asfixiante situación económica y la falta de respuestas a las gestiones realizadas ponen en riesgo la continuidad del Hogar que brinda alojamiento y atención a personas mayores.
“Quien tiene hambre no puede esperar. Si queremos ayudar a quien no ha comido, ¿habremos de decirle “mañana te serviré en abundancia”? Puede que ya no esté para probar bocado. Algo similar sucede en estos tiempos con el Hogar de Ancianos. Hoy está asfixiado, económicamente asfixiado. El aire de mañana probablemente llegará tarde…”
Así comienza un parte de prensa recibido desde la Comisión directiva del Hogar de Ancianos Cura Jeannot. La misma trabaja ad honorem y da a conocer la apremiante situación económica que hoy sufre la institución.
“Venimos de un proceso en el que la situación se ha transformado en una verdadera bola de nieve y, a pesar de los esfuerzos de muchas personas, la misma nos golpea cada vez con más fuerza y con mayor presión. De continuar este estado de cosas lamentablemente el Hogar puede cerrar”.
Se trata entonces de una posibilidad no lejana que el Hogar desaparezca y que muchos abuelos de nuestra ciudad queden sin la excelente atención que allí se brinda. Porque si hay algo que caracteriza a la institución a través de su personal, es la calidad del esfuerzo y el amor al abuelo con los que se trabaja.
“Es imprescindible referir en primer lugar que desde hace varios años el Hogar gestiona para ser prestador del PAMI, a fin de que los abuelos afiliados que residen allí reciban la subvención que les corresponde. No como ocurre actualmente, que los propios residentes abonan de su bolsillo una suma de dinero que no deberían pagar, y aunque la misma es algo inferior al haber mínimo jubilatorio, de todos modos resulta insuficiente para satisfacer los gastos derivados de su estadía. En suma, los residentes pagan por lo que no debieran y el Hogar no cobra lo necesario para alojarlos y cuidarlos”, continúa.
“El trámite ante el PAMI fue discurriendo a través de los canales normales a toda gestión administrativa, cumplimentándose la documentación y superando las inspecciones técnicas por los carrilles respectivos. Existía un obstáculo formal que el Hogar señaló antes de embarcarse en el burocrático camino de la habilitación para funcionar como prestador de la entidad. Es que se encuentra habilitado por la Provincia como Instituto Gerontológico, no como Geriátrico, como pide la reglamentación. No obstante ello, la promesa de las autoridades del PAMI fue que ese inconveniente se habría de remediar en Buenos Aires, donde al detalle se le daría “el visto bueno”, que terminó siendo “malo”, muy malo. Y así fue que, a pesar de que en el Hogar el 90% de los abuelos pertenecen al PAMI y desde hace más de 85 años funciona como lugar de estadía, cuidado y atención de ancianos, el PAMI resolvió que sin el carácter de geriátrico no hay prestación posible. Como consecuencia de ello, esos abuelos afiliados tienen que hacer frente con sus propios fondos una prestación que debiera otorgárseles gratuitamente.
Pero cabe decir que hace un año llegó lo que parecía una buena noticia para el Hogar. Ante el magro resultado obtenido como prestador y probablemente por un el sentimiento de culpa por haber hecho perder valioso tiempo y esfuerzos al Hogar, se apersonaron allí -sin convocatoria de parte de éste- altos funcionarios del PAMI para proponer a modo de compensación que en sus instalaciones se organizara un “Club de Día”, lo que significa que 30 ancianos afiliados al PAMI pero ajenos al Hogar, pudieran llegar por las mañanas, pasar todo el día, alimentarse, entretenerse, capacitarse y socializar con los abuelos residentes, para finalmente retirarse a sus hogares por las tardes. Como retribución, el PAMI abonaría una cápita por cada abuelo “externo” y con esos ingresos, además de afrontar los costos de atención de los visitantes, podría el Hogar -que pone a disposición sus instalaciones, personal, alimentos y talleres- hacer frente a gastos corrientes que generan los abuelos residentes. Sin embargo, cuando todo había pasado los filtros y estaba aprobado, PAMI tampoco cumplió. ¿La razón? La propuesta se archivó por… ¡no haber sido considerada en el presupuesto del año...!
Las peripecias provinciales
“Frente a la fuerte decepción recibida luego de más de dos años de gestionar ante el PAMI, intentamos la solicitud de cambio en la habilitación para pasar de Instituto Gerontológico a Geriátrico, pero nos chocamos esta vez con la pesada apatía de la burocracia provincial. Hasta hoy no se nos permite ingresar un nuevo trámite –es decir, no se nos permite que le demos inicio- por razones impenetrables y en todo caso arbitrarias. Adviértase que esa mera iniciación del trámite, esa simple constancia, y que el Ministerio de Salud provincial incomprensiblemente nos niega, nos habría de permitir -según el PAMI, aunque no lo sabemos con certeza- obtener una “habilitación provisoria” de Prestadores PAMI, remediando en buena parte nuestro gravísimo presente. En conclusión: pudiendo ambos hacerlo, ni PAMI ni la Provincia nos han dado una respuesta satisfactoria, una respuesta empática, una demostración mínima de sensibilidad ante una institución destinada al bien común y sin fines de lucro, luego de muchísimo tiempo de trámites, gestiones y ruegos. ¿Y por qué? No lo sabemos. Lo que sí estamos seguros es que ya nos cansamos de promesas vacías y mentes y corazones duros”.
El Municipio auxilia, pero...
Como contracara, el Hogar reconoce que la Municipalidad se ha mostrado en los últimos años cercana al Hogar, proporcionando ayuda principalmente en el suministro de atención médica y enfermería y facilitando el arribo de un profesor de Gimnasia, una nutricionista y un músico; y dándoles cabida en el Presupuesto Participativo.
“Esto, si bien no alcanza para revertir el déficit crónico que venimos arrastrando, sirve enormemente para ir paliando situaciones importantes que tienen que ver con el funcionamiento. Contamos, no obstante, con la promesa del intendente local Martín Piaggio y de funcionarios de la Secretaria de Salud y Desarrollo Social, de facilitarnos un “salvavidas financiero”, aunque más no sea por un tiempo, para seguir bregando mientras tanto con la esperanza de que las cosas cambien”.
Mientras tanto la gente de Gualeguaychú ayuda y ayuda.
“Hay grupos solidarios que nos acercan su colaboración, siendo insoslayable nombrar a Vientos de Cambio y al grupo Ex Soldados Clase 61 que actualmente y con admirable ahínco se empeñan en brindar su auxilio a los abuelos”.
Búsqueda de nuevos socios aportantes
“Al mismo tiempo, y porque aún tenemos fuerzas para resistir, hemos puesto a consideración de la comunidad una nueva campaña de afiliación de nuevos socios, la que se viene desarrollando con mucho éxito. La CD designó como coordinador responsable de cobrar la cuota social al Sr. Atilio Burgos y aumentó la misma a la suma de $ 100 por mes. Aún en medio de la crisis, la comunidad se pliega y ayuda. Y queremos aprovechar esta ocasión para agradecerles a quienes nos dan una mano. Son muchas personas, muchas instituciones, varias empresas, conocidas y anónimas que suman, que nos dan la posibilidad de sobrevivir. Por los abuelos, por quienes realizan esfuerzos por el Hogar, por quienes aportan desde lo económico o desde su colaboración y su tiempo, creemos que es injusta la situación que hoy padece la institución”.
“Por el espíritu que la entidad mantiene desde su creación, más el legado ineludible que el Padre Luis Jeanot Sueyro nos dejó, es que seguiremos dando batalla mientras podamos, pidiendo, tramitando, gestionando o como sea, a quienes hoy por hoy no quieren, no pueden o no saben dar respuesta a nuestros requerimientos”.
El Hogar no quiere vivir de regalos ni de subsidios. Su única apetencia consiste en poder respirar en medio de una atmósfera de asfixia creciente. Día a día y sin tener que mendigar oxígeno para sobrevivir.
Agendá este número
3446 535436
Enviá tus noticias, fotos o videos al número agendado
¡Listo! Tu noticia se enviará a nuestros periodistas
Estamos en Facebook danos un me gusta!