"Era Boca o el retiro"

En dialogo con Alejandro Fantino, por La Red, el deantero xeneize hablo de todo y de todos:

Fue un golpe muy duro para todos, no solamente para mí. 

Lo primero que hice fue una autocrítica personal muy fuerte, no hace falta que la gente me critique para que yo sepa que jugué mal los dos partidos. Me pregunto por qué me pasó, por qué no estuve enchufado.

El día anterior Adrián (Ruocco) vino al hotel y me preguntó cómo lo veía, y le dije que estaba complicado. Uno lo olfatea.

En la práctica de fútbol del domingo anterior al partido de vuelta uno veía a los chicos alterados, con poca precisión, eso hace que el equipo tambalee. Uno como referente se tiene que dar cuenta de eso y tiene que cambiarlo. Yo no pude conseguirlo, y eso me fue frustrando.

Hablar a veces no alcanza. No sé por qué, pero no alcanza. Uno trata siempre de hablar como ídolo, como referente.

Hablo mucho con Pavón, con Cubas, hablo mucho con todos.

Había inseguridad en el equipo, no en uno o dos jugadores. La responsabilidad es de todos.

Sobre el penal vs. Independiente del Valle. "¿Por qué no hicieron lo mismo cuando Lodeiro pateó el penal contra Central por la Copa Argentina? El encargado de patear los penales soy yo, pero si Nico me pide la pelota no voy a pelearme en el medio del partido. ¿Nos vamos a poner a pelear por quién patea un penal cuando vamos perdiendo?".

Contra Central nadie se preguntó por qué lo pateó Lodeiro y no yo. Y no se lo preguntaron por una sola cosa: porque lo metió.

Cuando llegué a Boca el grupo ya estaba armado, había líderes muy importantes. Me fui metiendo, pero de a poco. No pudo querer llegar y manejar todo de un día para el otro.

En el vestuario hablaba yo, y también hablaban Agustín y el Cata.

El tema de la licencia, cuando Guillermo me dijo que iba a ser el capitán, me alejé un poco para pensar en cómo estaba, en qué condiciones.

Ser o no el capitán en ese momento no me cambiaba nada: al Cata le hacía falta. Que no tengas la cinta adentro no quiere decir que no lo seas afuera. No es solamente salir a la cancha con la cinta y sacarse la foto. Y yo sentía que si se la sacaba, el Cata iba a salir golpeado.

Licencia. Cuando perdemos tenemos dos días libres. Golpeadísimo, como todos en casa. Volvimos a entrenar, digo 'ya está, ya pasó'. Pero estaba sin ganas. En ese momento pensé en un montón de cosas, hasta en dejar el fútbol. O dejaba el fútbol o seguía en Boca.

El día después de que perdimos me llamó Conti para ir al Chelsea, y le dije que no, que estaba mal, que tenía que pensar un montón de cosas. Era Boca o el retiro.

Uno se da cuenta que deja muchísimas cosas de lado, como la familia. Desde que llegué a Boca que vivo para el club. Entonces cuando no se puede lograr el objetivo uno se replantea un montón de cosas.

Era momento de hacerme un costado y mirar el panorama, mirar hacia adelante, y ver si tenía ganas o no de seguir jugando.

Uno se cansa de que (la prensa) siempre tiren mierda para el grupo.

A Guillermo le costó, pero es normal: estabámos en el ojo de la tormenta. El creía que teníamos que estar todos juntos, pero le pedí que me entendiera. Y me dijo que estaba bien.

No sé si el presidente tuvo algo que ver o no en mi licencia.

Guille y yo tenemos dos cosas en común: somos ídolos del club, volvimos, y tenemos mucho que perder en Boca. Los dos ganamos todo con Boca: eso nos lleva a estar más unidos que nunca. A mí me gusta que la gente le cante "Guilleeeeermo, Guilleeeeermo".

Sobre Riquelme. Con Román estoy ni. Ni bien ni mal. Para mí es un ídolo, sí me gustaría verlo del otro lado, ayudando al club. Si él quiere tanto al club, tiene muchísimo para dar por lo ídolo que es, es el ídolo máximo. A veces se pone en una posición que a veces no lo entiendo. Tenés que estar metido en el club, ayudar a los chicos, no sé en qué rol, pero me gustaría verlo en otro faceta, ayudando al club.

Lo que dice a mí me llega porque él me ha ayudado muchísimo. El, Palermo, Guillermo, están en otra escala. Son ídolos que la gente aprecia y quiere.

Cuando todos me estaban criticando, yo pensaba que Diego iba a salir a bancarme y no a pegarme. Sé que Diego dice lo que siente y está en todo su derecho. A mí me duele más mi autocrítica y no lo que otros dicen. No tengo nada contra él.

Cristiano Ronaldo sería ídolo en River, en Boca no.