Entre Rí­os, entre las provincias donde más subió el alquiler de campos

En la primera campaña agrícola de siembra jugándose a pleno con las medidas que tomó el Gobierno en diciembre pasado (rebaja de retenciones, quita de las trabas para exportar, fin del cepo y sinceramiento del tipo de cambio), hay un indicador que revela que nadie quiere perderse la posibilidad de sacar una mejor tajada en el negocio con en el cambio de escenario. Ese indicador no es otro que los alquileres, modalidad con la cual se hace más del 60% de la agricultura.

Un relevamiento realizado entre expertos revela qué está pasando en el mercado en la pampa húmeda: la pelea por los precios volvió a recalentarse como hacía varios años no pasaba; los pools que sobrevivieron a la crisis están buscando reposicionarse y contratistas y proveedores locales de insumos también se metieron en la puja por los valores; en los campos de buena calidad los contratos se están cerrando con subas del 10 al 20%, con casos donde se estiran hasta el 30%; si bien persisten diversas modalidades de pago, como pagos escalonados, a porcentaje y por productividad, vuelve a ponerse en la mesa de discusión el pago de un adelanto y, aunque siguen los problemas en las zonas inundadas, en otras el cierre se está adelantando respecto del año pasado, en especial donde se hará más trigo.

* El cierre de contratos a largo plazo es aún una tarea pendiente

En la actual foto del mercado de alquileres hay otro punto que no pasa inadvertido: pese a que las medidas del Gobierno tendieron a quitar del camino los argumentos que supuestamente impedían proyectar contratos a mediano/largo plazo, siguen mandando los contratos a una campaña. Esto, por más que en las conversaciones “se habla”, dicen los operadores, de la posibilidad de “pensar” a dos o tres años.

“Finalmente, después de tres años de baja, podemos decir que en esta campaña se están recuperando los precios. Las subas varían según las diferentes zonas y aptitudes. Hay zonas donde las subas varían entre 1 y 2 qq/ha y otras donde rondan los 3 y 4 qq/ha. Esto significa que en porcentajes el rango es amplio y podría ir desde el 10%/20% llegando hasta el 25% y 30%”, dijo Mariano Maurette, de la división campos de Alzaga Unzué y Cía. y presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR).

Según registros de Compañía Argentina de Tierras (CAT), en la zona agrícola núcleo en la campaña 2012/2013 el rango de precios fue de 16 a 18 quintales. En tanto, en la anterior, 2015/2016, se ubicó entre 13 y 16 quintales.

Para Maurette, el rango en la zona núcleo ahora podría quedar entre 16 y 17 quintales. Algunos llegan a hablar de 18 quintales.

“En general hay subas de entre un 15 y 20 % para los campos agrícolas de buena calidad, en los campos intermedios el alza es aproximadamente de entre un 10% y en los marginales la tendencia sigue siendo a porcentaje en los mismos valores que el año pasado”, opinó Agustín De Elizalde, de Elizalde Garrahan & Cía.

Este operador destacó que en la “gran mayoría” de los negocios se plantean rotaciones con trigo y maíz. En esta línea, Federico Nordheimer, de la firma homónima, indicó que los negocios se están cerrando antes que el año pasado y esto tiene que ver con la mayor intención de siembra para trigo. “Esto también influye en el momento de pago de los alquileres. Se está volviendo a escuchar la metodología de pago con un pago de acá a tres meses, una parte en enero (con la cosecha del trigo) y una parte a cosecha. Lo que sí se sigue hablando es precio soja mayo 2017; no he escuchado casos de precio soja disponible”, precisó.

Para Marcos Lanusse, consultor, están en la mesa “todas las modalidades de pago posible”. Al respecto, sostiene que los propietarios de los mejores campos productivos pueden defender el pago en quintales de soja fijo, “que seguramente se cancelará de contado sólo en casos excepcionales”, y en general en tres o cuatro cuotas durante la vigencia del contrato. En tanto, señaló que en otros casos se habla de una cantidad menor de quintales de soja fijos por hectárea pagaderos por adelantado y un saldo a resultado de acuerdo a una tabla de producción.

Gerente de producción de Los Grobo, para Emanuel Bodega la dinámica del mercado de alquileres entró en “una especie de turbulencia” ante la suba de precios de las commodities de los últimos 15 días. “Vemos que en muchas zonas no responde a un análisis de negocio, sino a un impulso de los productores”, contó, y alertó: “Gran parte de la mejora del negocio ante este nuevo escenario político y de precios se la está llevando los arrendamientos”.

Según Bodega, en la campaña anterior gran parte de los arrendamientos tenían un componente fuerte a cosecha. En tanto, para él actualmente se está hablando de pagos más escalonados, 30% al principio, 30 % en enero, y 40% en cosecha. “El 70% de los arreglos cuentan con un componente variable, donde bonifica el precio en función al rendimiento mediante alguna tabla o disparador”, detalló.

* Mayor pedido de aumento

Para el consultor Teo Zorraquín, el escenario difiere según las zonas. “En las denominadas marginales (NEA, NOA, este de La Pampa) los aumentos reclamados son más bajos y, en general, se mantienen asociados a una mejora en las tablas de porcentaje, con algún adelanto a cuenta. En las zonas centrales (zona núcleo, oeste y sudeste de Buenos Aires, parte del sur de Córdoba, las áreas no inundadas de Entre Ríos y Santa Fe) hay mayor pedido de aumento, asociado a que este años los rindes fueron muy buenos y existe una demanda de campos de muchos jugadores que buscan recomponer superficie trabajada”, evaluó el experto. Zorraquín remarcó que mientras tanto hay “una enorme indefinición” en las zonas afectadas total o parcialmente por las inundaciones de abril.

Guillermo Villagra, de Openagro, sólo visualiza aumentos en las zonas más productivas y cercanas a los puertos. Cree que los productores “vienen de años muy complicados y arrastrando deudas” y que, en el actual contexto, el foco deberá estar puesto en “sanear los números para seguir produciendo”.

Fuente: Diario La Nación. Recinto.net